Caminito de la Escuela

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FÉLIX CORTÉS CAMARILLO

            La reducida presencia de escolapios ayer en la muy proclamada reanudación del ciclo escolar tiene muchas explicaciones. La primera, y eso ya lo sabíamos, es que las escuelas públicas del país están del nabo. En un buen tercio de las instituciones no hay agua corriente ni drenaje.

            ¿Cómo le hago para lavarme las manos, como dice la tele?

            La que sigue, y fundamental, es que debiéramos tener datos confiables del INEGI sobre el número de hogares monoparentales que hay en el país. El término monoparentales es una burla en sí; se refiere a las familias en las que hay solamente un sustento; se le dice padre. Eso nos dijeron desde chiquitos, pero no es cierto.

            Ahora resulta, en eso del idioma, que andan unos imbéciles tratando de modificar nuestra lengua para que les digamos compañeres a los compañeros, alumnes a los alumnos, maestres a los maestros,, y dames a nuestras bellas mujeres. No mamen.

            Eso es minucia.

            El asunto es que en nuestro país muchos hogares son monomaternales, porque tienen solamente madre, y mucha, pero que esa madre, por decreto del presidente López, tuvo que aceptar que las guarderías subrogadas del IMSS a la vuelta de su casa ya no existen. Y el Seguro Popular tampoco.

            Y esas madres jóvenes tienen que salir a servir -sí, de sirvientas si les va bien- y dejar a sus muchaches a ver qué pasa con su vida.

            Mantener en reclusión a nuestros menores es un martirio al que ni siquiera nosotros mismos  estamos dispuestos a someternos. No es humano. Lo humano debe ser que el patio enorme de nuestra sociedad sea amplio, limpio, sano y  digno de eso que todos consideramos lo más importante de nuestro ser: nuestros hijos.

PARA LA MAÑANERA (porque no me dejan entrar sin tapaboca): con todo respeto, señor presidente, ¿cual es la intención de estar sobreexponiendo a la señora Claudia Scheinbaum en los actos públicos solamente para quemarla? Después de la crisis de la línea 12, ni ella ni Marcelo necesitan un empujón al precipicio. Lo de Donceles y sus inexistentes granaderos no tiene madre.

‎felixcortescama@gmail.com

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