FÉLIX CORTÉS CAMARILLO
Hace unos días, en este mismo espacio, llamé la atención sobre la excesiva exposición mediática que estaba recibiendo Omar García Harfuch, hijo de mi venerado Javier García Paniagua ante sus primeros actos al frente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de todos los mexicanos. Efectivamente, donde se hizo poco, hacer algo era digno de gran elogio; la celebración proyectó a García Harfuch a la primera división de la política nacional. Muchos lo veían como el designado. El tapado previo, y yo preguntaba si no lo querían defenestrar, quemar. Sigo con la duda, pero ese no es mi tema hoy.
Rechinando de nuevo, como diría el comercial de cualquier detergente, el flamante coordinador -léase heredero- de esa cosa que se llama Movimiento Ciudadano y que presume, como Morena, de ser un partido político, se sacó de la manga su apuesta para las próximas elecciones estatales de Nuevo León y para la Grande.
Jorge Álvarez Maynez encuentra en su bola de cristal los nombres más pronunciados en la grilla local para prolongar la sucesión de mentiras e incumplimientos que su amigo el mentiroso Samuel García Sepúlveda, el gobernador actual. Comencemos por la gubernatura de mi estado: Marta Herrera, Héctor García, Luis Donaldo Colosio Riojas.
Nombres obvios, sobre todo por el último, de abolengo, pero de méritos propios.
Pero Jorgito se voló la barda al anunciar que su gallo para el 2027 a Palcio Nacional
se llama Samuel García Sepúlveda.
Álvarez Máynez estaba supuestamente sobrio cuando “destapó” a Sammy. Hace un tiempo, en San Pedro, N.L., y al calor de unos tequilas, el muchachito desgobernador anunció que en su lugar para la carrera presidencial iba precisamente Jorge Álvaez Máynez por el MC. Amor con amor se paga, diría el de Macuspana.
PARA LA MAÑANERA DEL PUEBLO (mientras se aclara si son peras o son frutos de los mismos olmos de antes): Bastante imbécil fue la propuesta de Donald Trump de que, si Canadá y México se inconforman con los aranceles que propone y no cumplirá, que se adhieran como estrellas 51 y 52 a la bandera de Estados Unidos: que se conviertan en dos estados -inmensos- más.
Mucho más patriótico y tonto es el cartón de ayer en el óMilenio de Rapé, alias Rafael Pineda, un buen caricaturista cincuentón y veracruzano que está ahora a sueldo del cuatrote para hacer servicio con su talento a la demagógica propaganda. A la insinuación, que no es otra cosa, del pelipintado, Rapé propone la alternativa de que el segmento de los Estados Unidos que era de México, nos sea devuelto en la forma de estado 33 de los Estados Unidos Mexicanos.
Me recordó el chiste aquel de la hipotética guerra que en venganza debiérames declararle a los güeros. El tonto del pueblo hizo la lógica pregunta: ¿y si les ganamos? ¿Dónde vamos a meter tantos prisioneros de guerra?
Oséase: Rapé: ¿queremos traer de allá para acá a los consumidores del muy rentable producto opioide sintético que mata a cien mil jóvenes al año? ¿Al negocio de la prostitución, crímen y narco de Las Vegas? ¿A su disolución familiar que deviene resquebrajamiento político? ¡Te hablan, Grecia, Roma y otros precursores.!
Deja más que sigamos exportando desde mano de obra barata, limones, aguacates y tantas otras cosas. Eso es superávit comercial, 300 millones o billones, ya no sé de dólares, cosa que todo el que sepa aritmética lo entiende. Trump, que sabe de mentiras le llama subsidio intolerable.
Tuesday, December 10, 2024
13:40
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