FÉLIX CORTÉS CAMARILLO
La información difundida de que el gobierno de México tiene un caso penal abierto por pillerías de alto monto en la Fiscalía General de la República y en contra del ex presidente Enrique Peña Nieto, salió por imprudencia -bueno, eso dijo el presidente López ayer- de la oficina de comunicación de la Presidencia. López Obrador no dijo que fueran falsos los datos filtrados; simplemente, que la ausencia de criterio de una “compañera” de esa dependencia, que se supone ahí sigue, sacó el trapito al sol, que según dijo el presidente, Jesús ya quitó del aire. Jesús, como su nombre lo indica, es el del verbo encarnado. Director de Comunicación Social, vaya.
Pero Enrique Peña Nieto puede seguir tranquilo disfrutando de los excesivos calores que se están registrando en Valdelagua, en la zona de Pozuelo de Alarcón, al noroeste de Madrid, donde yo tengo un par de amigos cuyos nombres no voy a revelar. Su sucesor ya le ha ratificado públicamente, que Peña Nieto habrá de gozar de impunidad, porque “hay que mirar al futuro”.
Andrés Manuel es cínico, pero en esto dice verdad y ratifica lo que todos los mexicanos hemos dicho: hay u pacto abierto de no agresión entre Peña Nieto y el presidente López. Éste mismo lo ha expresado públicamente dos veces, la segunda ayer mismo. Toda vez que Peña Nieto resistió -supuestamente- los seductores anzuelos de los machunchones para retirar de la contienda presidencial a Meade y cerrarle el camino a López frente a un Anaya fortalecido, el mozuelo de Atlacomulco se ganaría la gloria del indulto, previo y permanente.
¿Las filtraciones de hace unos días? Pecata minuta. Ni siquiera pecado venial.
La amenaza a los cercanos de Peña por parte de la entidad terrorista de Hacienda que encabeza Pablo Gómez, es solamente un zape para que el debilitado grupo Atlacomulco (el gobernador Del Mazo tiene vínculos familiares con Enrique) no meta las manos en las elecciones para gobernadora del estado de México, una supuesta educadora de corrupta mala fama que hoy es secretaría de Educación.
Lo demás ha quedado muy claro y se resume en el viejo decir de nuestros abuelos: hoy por ti, mañana por mí.
PILÓN PARA LA MAÑANERA (porque no me dejan entrar sin tapabocas): La semana pasada, una señora habló en la mañanera del presidente López, a nombre de la agencia de noticias Sputnik (je,je,je) para lanzarle una bola ensalivada a Andrés Manuel. Le “informó” que en Ucrania los que juegan de locales estaban quemando depósitos de grano para atribuirles tal barbaridad a los invasores rusos, y que esas noticias no se daban a conocer en Occidente. Casi casi le pidió al presidente López un pronunciamiento en apoyo de la invasión rusa de Ucrania.
Sputnik, para quien quiera saberlo, es una agencia noticiosas propiedad del Estado ruso (como la malhadada Notimex del Estado mexicano, dos años y medio en huelga, es propiedad de Sanjuana Martínez, quien seguirá como titular dos años más) y es parte del aparato de propaganda de Putin. El New York Times la llama órgano de desinformatsiya, y en Europa las redes sociales y las plataformas tecnológica la han sacado del radar.
El presidente López es un excelente demagogo, pero no es ningún pendejo. Para responder a la provocación de esta mujer acudió al viejo cliché del juarismo y el respeto al derecho bla bla bla. En lo que a Rusia-Ucrania se refiere, López Obrador dijo que México no está a favor de uno o del otro.
Oséase, que salvó media dignidad.
felixcortescama@gmail.com
lunes, 11 de julio de 2022