El Dragón Dormido
FÉLIX CORTÉS CAMARILLO Eso de que don Alonso Quijano le dijo a Sancho, su escudero, aquello de que “ladran Sancho, luego cabalgamos”, es más falso que un billete de treinta pesos mexicanos: la frase no aparece en ninguna de las dos partes de la obra maestra de Cervantes. Sin embargo, todos los que no han …