FÉLIX CORTÉS CAMARILLO
Después de la audiencia de confirmación como Procurador General de los Estados Unidos del gobierno de Donald Trump, William Barr confesó que las preguntas incisivas de la senadora por California, que su jefe había calificado como una “radical socialista de izquierda”, lo habían sacado de equilibrio. “Es de disparo rápido y de confrontación”, definió Barr a la senadora.
Ella se llama Kamala Harris y a partir de anoche en Chicago enfiló sin tropiezos a la candidatura de la Convención Nacional del Partido Demócrata para suceder a su jefe Joe Biden en la presidencia de los Estados Unidos, en las elecciones de noviembre.
En la gira del adiós del presidente López, el fin de semana pasado, los acarreados al mitin en Jalisco -obvio, del cuatrote- abuchearon al gobernador Alfaro cuando iba a hacer uso de la palabra; tuvo que tomar el micrófono doña Claudia con una pregunta retórica: ¿queremos oír al gobernador Alfaro? Yo sí quiero. En la cola, Lopitos agregó: yo también. El abucheo cesó.La primera mitad de esta anécdota se repitiió en la Plaza de los Héroes de Monterrey. La rechifla a Samuelito el mentiroso fue notable. Ni Claudia ni Lopitos intervinieron en su defensa. Hasta en los emcistas hay clases, ¿no?
Pero mi tema es otro. Muy presumiblemente, dos países que por muchas razones son uno solo, México y los Estados Unidos, van a tener a un par de mujeres en el cargo de presidente. Claudia es un hecho, Kamala es una esperanza. Y, sin embargo, hay muchas coincidencias.
Hasta donde podemos saber, las dos son bravas, entronas e inteligentes.
En la liturgia política podemos hacer un rastreo claro de la carrera, pensamiento y convicciones de la licenciada Harris, quien por cierto fue electa en el 2003 a la fiscalía del distrito de San Francisco. Ha llegado a la candidatura que los grupos de poder le cercenaron a Biden en una reelección imposible. ¿Presidente a los ochentas? No se usa. Del perfil real y vedadero de la doctora Sheinbaum nos vamos a enterar a partir del 1 de octubre; y a cucharadas. Modos y costumbres, vaya.
En la previsible apariencia, nuestros dos países pueden -y deben- tener a una mujer a cargo de su poder ejecutivo en el futuro inmediato. Ya llevamos el cincuenta por ciento.Si perdemos la otra mitad y Donald Trump regresa a la Casa Blanca, doña Claudia la va a tener muy difícil, aunque Lopitos siga llamando amigou al pelipintado.
PARA LA MAÑANERA, porque no me dejan entrar sin tapabocas): la rutilante estrella del gobernador Samuelito el mentiroso va en descenso; Elon Musk su sedicente compadre, le clavó importante tornillo a su ataúd: su tosudez pretendiendo ganar en la mesa la alcaldía regiomontana que su princesa consorte Mariana perdió en las urnas le siguió.
Monday, August 19, 2024
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