Hakuna Matata

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FÉLIX CORTÉS CAMARILLO

“Sólo Dios impidió lo impensable” escribió Donald Trump ayer en su cuenta de difusión. Implícitamente se anota en dos listas: la de los victimados políticos y la de los  salvados por el Altísimo.

La selva de los Estados Unidos estalló en su violencia primigenia nuevamente el sábado, esta vez no en Texas, California o Tennessee, como lo hizo con los Kennedy o Luther King; esta vez fue en Pennsylvania. Desde un tejado cercano a un mitin en la pequeña localidad de Butler (no más de 20 mil habitantes), un tal veinteañero Thomas Matthew Crooks disparó supuestamene siete veces hacia una reunión rumbo  a la candidatura preisidencial; está a punto de comenzar la Convención Nacional Republicana que nominará a su candidato a la presidencia. Trump, obviamente. El pelipintado sufrió un rozón en la parte alta de su oreja derecha y está listo para lo que gusten mandar.

Desde el atentado en Sarajevo en contra de Ferdinand D´Este, que desató la primera Guerra Mundial, todos los actos terroristas de este jaez han tenido resonancias amplias. Lo fue el desplome de las torres gemelas de Nueva York, desde luego. Pero lo fueron la muerte de los Kennedy, Luther King y otros más en la bitácora que no debe evitar a Luis Donaldo Colosio.

Por dos pulgadas a la izquierda de la puntería del chamaco Crooks, quien ahora dicen tenía en su casa y en su carro material para frabricar bombas, pudo haber matado a Donald Trump. Cosa indseable en todo el mundo, pero en todo el mundo probable. Sería considerado, como el de Colosio, como un magnicidio.

Y, sin embargo, no pasa nada.

Desde el atentado en Sarajevo en contra de Ferdinand D´Este, que desató la primera Guerra Mundial, todos los actos terroristas de este jaez han tenido resonancias amplias. Lo fue el desplome de las torres gemelas de Nueva Yrk, desde luego. Pero lo fueron la muerte de los Kennedy, Luther King y otros más en la bitácora que no debe evitar a Luis Donaldo Colosio.

Por dos pulgadas a la izquierda de la puntería del chamaco Crooks, quien ahora dicen tenía en su casa y en su carro material para frabricar bombas, pudo haber matado a Donald Trump. Sería considerado, como el de Colosío, como un magnicidio.Y, sin embaargo, no pasa nada.

Hakunta Matata  suele decir una decena de pueblos africanos ante situaciones imprevistas. Se traduce como “no hay problema”. Eso es lo que está pasando hoy: no pasa nada.

En los países civilizados, cuando un indiividuo atenta contra la vida de un importante personaje de cualquier índole, los cuerpos de seguridad encargados de la integridad del personaje, además de preservar la vida y salud de los otros, tiene que capturar y retener salvo al agresor: él sabe qué hizo, porqué lo hizo, y quién le ordenó que lo hiciera.

Si se le acribilla inmediatamente en el lugar de los hechos, esto será caso cerrado. No se diga más.

PARA LA MAÑANERA, porque no me dejan entrar sin tapabocas): Cambio de calzoncillos, pero no de ring: en lugar de la Supema Corte,el presiente López ahora quiere aniquilar al TEPJF, que acaba de establecer que el viejillo intervino en las campañas electorales de este año. Todos sabemos que lo hizo. ¿So What?

felixcortescama@gmail.com

Sunday, July 14, 2024

15:08

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