Lastre

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FÉLIX CORTÉS CAMARILLO

            En el marasmo marrullero de las ya precampañas electorales de México, el único que ha sabido aprovecharlas usando todos los recursos que tiene, que no son pocos, ha sido el presidente López. Su objetivo principal es que los mexicanos centremos nuestra atención en los candidatos a la presidencia de la República, olvidándonos de lo más importante en este punto de quiebre, que es la preservación de la división de los poderes y su relacionada independencia y autonomía.

            Si el Sultán de Macusapana logra su objetivo y consigue que a los votantes nos importe poco el acto mismo de la votación y de manera especial la nueva configuración del poder legislativo bajo su férula, en la misma jugada habremos perdido también a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la señora presidente Claudia Scheinbaum habrá entonces efectivamente heredado el bastón de mando omnímodo y unívoco consumando un golpe de Estado incruento y el fracaso de todos los esfuerzos en pos de la democracia de los últimos cincuenta años.

            Una oposición forzada, que no solamente está a disgusto en su interior, se manifiesta cotidianamente débil de cerebro y de músculo. Nominalmente tienen una candidata en común al Ejecutivo mayor; en realidad Xóchitl Gálvez se desempeña en el mayor de los desamparos, sin poder siquiera acudir a los recursos que sus contlapaches conocen muy bien, como el acarreo de masas, las matracas y las gorras. Encima de ello, la señora Gálvez ha dado muestras de que su arsenal de recursos retóricos, más allá del uso del lenguaje entre divertido y procaz que considera “popular”, es muy escuálido.

            En esta circunstancia, ya a estas alturas del calendario electoral 2024, los supuestos aliados de quien en su momento constituyó la menos peor opción de la baraja ofrecida al votante, se convirtieron en pesado lastre para ella.

            Aún dentro de los que simpatizamos con algunos de sus planteamientos y actitudes existe la convicción de que si Xóchitl tiene puntos débiles y rémoras perversas que en nada le favorecen, son precisamente el ser candidata de los partidos más desprestigiados e impopulares que en México existen. Como si esto fuera poco, hay que agregar el “patrocinio” vociferante de dos expresidentes de México, Felipe Calderón y de manera notable Vicente Fox. El torpe pronunciamiento de este último, tratando de desacreditar a la esposa de Samuel García, el pelele de Dante Delgado para restarle votos a Xóchitl llamándola dama de compañía de su marido candidato, vino a restarle todavía algunos más de los escasos puntos a la campaña de la señora Gálvez.

            Aunque Vicente Fox no haya mentido del todo.

Mariana es más que una escort de su marido: es la que le maneja las pocas neuronas tik tokeras que él tiene.

Pero ese es otro asunto.

En su segunda acepción, lastre –probablemente del germánico last, esto es carga, es “material pesado, como arena o agua, con que se cargan una embarcación o un globo aerostático para aumentar su peso, y que al ser soltado les hacen ganar ligereza”. En las elecciones de 2018, Meade –que hubiera sido un buen presidente- no supo o no quiso deshacerse del pesado lastre de ser candidato del PRI.

Yo abrigo la fuerte sospecha de que es demasiado tarde para que Xóchitl Gálvez se dé cuenta de que los Alitos Moreno, los Markos Cortés, los Vicentes Fox y todo lo que representan y pregonan, son un lastre tremendo para sus ambiciones de llegar al poder supremo. Me temo que, aún si hoy adoptara una actitud de abierta separación de estas rémoras, el barco suyo ya no saldrá a flote. No sería tan inédito el intento. Lo hizo de manera sesgada en un discurso Luis Donaldo Colosio.

Dícese que eso le costó el poder y la vida.

Ojalá que yo me equivocara, pero más, que Xóchitl Gálvez recapacitara y actuase.

PARA LA MAÑANERA (Porque no me dejan entrar sin tapabocas): El espíritu de Potemkin, de todas las Rusias y uno de los amantes favoritos de Catalina la Grande, está renaciendo en Acapulco. Grigori Alexandrovich Potiomkin, además de ser un portento en la cama con notable instrumento –dicen- era un gran artífice de la escenografía, y al paso de Pedro el Grande y Catalina su mujer, montaba fachadas de pueblos miserables para que pareciesen villas jubilosas. Eso están armando en Acapulco para que el presidente López pueda decir que los guerrerenses no tendrán este año una amarga Navidad.

‎felixcortescama@gmail.com

Domingo, 26 de Noviembre de 2023

1 comentario en “Lastre”

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