FÉLIX CORTÉS CAMARILLO
…como un sol entre céfiros y trinos. Así dice en sus primeras líneas la letra del toque de bandera, que tanto escuchamos en los actos cívicos pero que nunca cantamos. Tampoco es necesario. La bandera de México es para muchos mexicanos, algo que damos por descontado. Ahí está, y no requiere de mayor cuidado para que cumpla su misión simbólica. Como lamentablemente, para muchos mexicanos, la esposa o la familia.
No fue Xóchitll Gálvez la que con su carta al presidente López puso en la boca de todos la enorme y bella bandera que se iza cada mañana y es arriada por la tarde en el asta que ocupa el centro del Zócalo capitalino: fue el presidente López, con su obcecado proselitismo partidista, quien había dispuesto que la bandera no apareciera en su sitio para la concentración llamada Marea Rosa de pasado mañana, que -no nos hagamos patos- es el cierre de campaña de la señora Gálvez y el señor Taboada que quiere gobernar, y creo que lo hará, la ciudad capital.
Por sus purititos destos, el presidente López ordenó que la bandera se quedara en su funda en las dos manifestaciones ciudadanas que le mandaron mensaje recientemente: en defensa del INE y en defensa del poder judicial, que convocaron tal cantidad de gente que el actual mayordomo del Distrito Federal, el señor Martí Batres, estimó en unos ocho mil.
Efectivamente, una orden similar había sido dada en torno a la concentración del domingo 19: no hay bandera. La única explicación que dio Lopitos a su disposición, está matrimoniada con el cerco metálico a prueba de casi todo, que rodea el Palacio Nacional. La escolta militar que lleva y trae todos los días al lábaro no podía pasar por las barreras que él mandó poner, dijo.
Alguien con tres gramos de cerebro le hizo ver la torpeza de su medida, de la que ayer reculó prometiendo que ahí estaría la bandera el domingo; aunque el cerco metálico seguirá hasta después del 2 de junio. La segunda explicación nos dijo que lo único que estuvo siempre en su intención fue salvaguardar a la bandera nacional de los probables ataques de los infiltrados extremistas, vándalos que suelen presentarse en estas manifestaciones.
Es obvio que en la reconsideración jugó un papel importante el hecho de que su candidata Claudia anunció ya que su cierre de campaña será el 29 de mayo, precisamente en el Zócalo. Ergo, si los soldados no podían salir a la plaza este domingo, ¿cómo iban a poder salir a izar la bandera el 29, con los mismos muros presentes?
La magna marcha se dará, será muy concurrida y exitosa. Pero existe otro riesgo, que cualquier mente perversa puede haberle susurrado al oído a quienes quieren manchar el proceso electoral. Los maestros de la CENTE, esa facción del sindicato magisterial que fue iniciada por la misma Elba Esther para tener un costal de arena y hacer boxeo de sombra, no aceptaron ir a comer con Lopitos a Palacio y se instalaron a sus puertas. Ahí seguían cuando esto escribo.
Ni los ciudadanos que van a ir a las manifestaciones del domingo tienen nada en contra de los maestros disidentes, ni ellos tienen nada que cuestionarles. Pero luego hay gente….
PARA LA MAÑANERA (porque no me dejan entrar sin tapabocas): Solicito me ecomienden alguna cosa buena que ver en la tele el domingo en la noche. Porque el tercer debatidillo no me lo fumo.
Thursday, May 16, 2024
12:56