FÉLIX CORTÉS CAMARILLO
Tres palabras, tres veces. El 20 de noviembre de 1975, a las 4 horas y 58 minutos, la agencia noticiosa Europa Press envió al mundo un mensaje de tres palabras repetidas, con la esperada noticia que iba a iniciar la transformación de un país. Franco ha muerto…Franco ha muerto…Franco ha muerto.
Mañana se cumple medio siglo.
El mensaje fijó así la hora en que el Generalísimo Francisco Franco Bahamonde había muerto oficialmente, las cuatro de la mañana con 58 minutos, aunque su agonía y virtual fallecimiento había iniciado irremediablemente dos horas y media antes.
Carlos Arias Navarro, a la sazón jefe de gobierno, inició así, notoriamente conmovido, su mensaje en RTVe:: “ Españoles…Franco ha muerto”. Nosotros en la redacción en México envidiábamos a López-Dóriga, quien tuvo el privilegio de cubrir la nota desde Madrid. Terminaba una dicta muy dura de 36 años y comenzaba, a las 4 horas y 58 minutos de la mañana un proceso democratizador, que acaso no ha llegado a su culminación, cincuenta años después, a pesar de todos los avances indiscutibles.
Hace seis años, el gobierno de Pedro Sánchez hizo exhumar los restos del hombre cuyo perfil aparecía en las monedas españolas rodeado de la leyenda: “Caudillo de España por la Gracia de Dios”, del faraónico mausoleo en el Valle de los Caídos, cerca de la capital, que retomó el nombre de Valle de Cuelgamuros, para ser llevados al cementerio madrileño de Mingorrubio, en El Pardo.
España ha sido siempre un país de difícil armonía, en búsqueda permanente de una identidad hispánica inclusiva. Su bagaje histórico, de feudos rivales, regionalismos viles y etnias radicalizadas, inspiraron al gran escritor del romanticismo español, Mariano José de Larra, a escribir, antes de darse un tiro suicida en la cabeza, en 1837, la frase premonitoria: aquí yace media España; murió de la otra mitad.
Parecería que estaba adivinando la Guerra Civil, que un siglo más tarde culminó con la llegada al poder -y su permanencia de 36 años- de Francisco Franco.Dice un chiste añejo, que años después, observando las rencillas españolas permanentes, Franco decía: no se os puede dejar solos, joder.
Hoy en día siguen así, con un gobierno formalmente socialista, una oposición de la derecha en el Partido Popular y una guerrilla política que llega a la extrema derecha en avance de Vox, que anda buscando sucursales en México. Y mientras el PIB español anda creciendo al nivel del 3 % previsto este año, frente al de Alemania que no llega al uno y Francia que no espera más que el 0.6%, los españoles de a pie no ven el crecimiento de su macro economía reflejado en su bolsillo, con los costes inmobiliarios por los cielos, y la inflación cotidiana creciente.
¿No se os puede dejar solos? Es un mal chiste.
Como es un chiste peor, la terquedad del cuatrote mexicano de que el rey de España le pida perdón a los aztecas derrotados en 1521. Entender tiempos y circunstancias es obligación de los pueblos inteligentes. España, cincuenta años después de aquellas 4:58 de la mañana, que se cumplen mañana, está en proceso de hacerlo.
Que es un proceso lento, lo es.
PARA LA MAÑANERA DEL PUEBLO (porque no dejan entrar sin tapabocas): El proceso obsesivo de sentirse dueño del pueblo, y protegido por él, que frecuentan todos los dictadores egocéntricos y engañados, no es de la exclusividad del papá de Andy.
La señora presidente con A, insiste en repetírnoslo a la menor provocación: aunque sea una manifestación mediana de la generación Z en el Zócalo.
Precisamente por eso, los provocadores que cobran en Palacio Nacional, están instigando una marcha imbécil el día de mañana jueves, frente al desfile militar del 20 de noviembre, para darle pretextos a la represión y víctimas quién sabe a quién.
Tuesday, November 18, 2025
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