Chiquita Banana

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FÉLIX CORTÉS CAMARILLO

            Chiquita Banana.

Lo primero es lo primero: el 16 de abril de 2016, hace ocho años, Rafael Correa, el presidente de Ecuador, andaba en Roma tratando de ver al Papa, cuando un inesperado temblor calificado de severo –que ninguno había atacado a ese país en los últimos 40 años-,causó graves daños a la provincia de Manabí, especialmente a los poblados de Portoviejo y Pedernales. Unas 800 personas fallecieron y los daños fueron grandes.

            Antes de tomar el avión de regreso a Quito, Correa instruyó a su viejo amigo de juventud, Jorge David Glas Espinel, se hiciera cargo del bochinche y de los fondos de reconstrucción. Don Jorge era su vicepresidente y había estado a cargo de los jugosos encargos de obras públicas y telecomunicaciones. Un año más tarde el ingeniero Glas fue condenado a 6 años de cárcel por el caso de sobornos conocido como Odebrecht. En abril de 2020, fue nuevamente juzgado y condenado por manejos sucios de dinero, a propósito del temblor.

            El ingeniero Glas buscó “refugio” –no asilo- en la embajada de México en Quito. Y ahí fue admitido y estaba tranquilo y, dice el ministro de comunicaciones de Ecuador, “confiado en que iba a salir muy pronto” al amparo del presidente López, quien luego nos dijo que el tal ingeniero ya había solicitado formalmente el “asilo” político. En eso andábanos, cuando Lopitos tiene la imprudencia de hablar sobre y calificar las elecciones de 2023 y la política interna ecuatoriana; eso, nos enseñaron nuestros padres, no se vale entre vecinos. Menos cuando se dicen amigos.

            A la imprudencia de Lopitos siguió la chiquillada del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, que de inmediato nombró a doña Raquel Serur Smeke, embajadora plenipotenciaria de México en Ecuador, persona non gratis. Quiero decir, persona non grata, y le dio 72 horas para que hiciera sus maletas y se fuera a su casa. El presidente López, en otra de sus travesuras de incompetencia en política exterior, ordenó “suspender” las relaciones con Ecuador cuando lo obligado era un ruptura radical y definitiva.

            En eso, a los genios de Quito se les ocurre mandar un convoy de tanquetas a la embajada mexicana para prender al tal Glas, quien a estas alturas ya perdió protagonismo. Ante ese hecho ya no le quedó al gobierno mexicano más salida que romper relaciones diplomáticas con el gobierno de Ecuador. Y al ingeniero Glas que irse al bote.

            A propósito de esta farsa de repúblicas bananeras iletradas en materia de política exterior, se ha mencionado mucho la Convención de Viena firmada el 18 de abril de 1961 sobre relaciones diplomáticas. Ciertamente, y con toda razón, ese acuerdo multinacional garantiza la extraterritorialidad de las embajadas y consulados y la inmunidad de sus funcionarios. De manera explícita se establece la figura del refugio (en caso de grupos) y de asilo político en caso de individuos claramente amenazados por la autoridad de sus países por su manera de pensar, no de actuar.

Ahora, no hay justificación alguna para la incursión de los cuicos ecuatorianos en territorio de nuestro país.

            Hay una letra chiquita: el país de residencia puede documentar la calidad de delincuente de quien pida asilo político, conforme a leyes. Si así no fuere, cualquier Chapo Guzmán hubiera pedido asilo político a la embajada de Timbuktú.

            Wall Street no ha logrado llevar a Estados Unidos para su juicio a Julian Assange, un genio de la computación que dio a conocer los calzoncillos –quiero decir briefs- de la inteligencia americana.

            Sería conveniente que estas repúblicas bananeras tuviesen política exterior seria.

PARA LA MAÑANERA (Porque no me dejan entrar sin tapabocas): Naturalmente, cuando esto escribo no he visto el denso debate de los candidatos a la presidencia de la República. Ya me aburriré, pero voy a preferir el interesante ensamble de Germán Martínez y el insoportable de Epigmenio Ibarra en Teleformula. Apuesto, este mediodía, que va a ser más divertido que el ridículo de sus respectivas patrocinadoras.

‎felixcortescama@gmail.com

Domingo, 7 de Abril de 2024

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