¿Shalom o Saalam?

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FÉLIX CORTÉS CAMARILLO

El gobierno de Israel que encabeza Nethanyaju es de extrema derecha y de inclinación religiosa cercana a la ortodoxia. Es el gobierno que, fuera de la historia reciente, ha declarado el estado de guerra luego del sorpresivo ataque la madrugada del viernes esta semana de Hamas, el grupo palestino que domina la franja de Gaza. Las cifras parciales y crecientes hablan de 600 muertos de Israel por 370  de Palestina y alrededor de 100  rehenes judíos en poder de los palestinos.

            Los gobiernos de la mayoría del mundo, incluyendo el mexicano, se han pronunciado en contra del ataque palestino, que tomó de sorpresa a la inteligencia de Israel que tiene fama de marcar los estándares en esa difícil disciplina a todo el mundo: el gobierno de Tel Aviv no pudo prever el ataque ni reducir sus consecuencias: los cohetes llegaron por los tres frentes: tierra con soldados, aire con drones armados y mar desde barcazas.

Este pleito no es solamente por tierras más bien áridas y de escaso territorio: la franja de Gaza mide 360 kilómetros cuadrados –el municipio de Monterrey tiene 324- y aloja a dos millones de habitantes. Y contando. Junto con Cisjordania, el Este de Jerusalén y las alturas del Golan son territorios dominados, al menos en teoría, por Israel, pero que Palestina considera propios. Lo importante es que el conflicto árabe Israelí es más viejo que los setenta años que tiene de existir el estado de Israel: tiene orígenes bíblicos al grado de que amos pueblos tienen raíces étnicas similares. Ya se sabe que los pleitos en familia suelen ser cruentos y prolongados. Cabría anotar que la palabra paz se dice en hebreo Shalom y en árabe Saalam. Los buenos deseos se dicen prácticamente igual: Shalom Aleijem y Saalam Aleikum.

Ninguna de esas dos alternativas se adivina en cercanía. Por el contrario, la fogosidad se incrementa a ambos lados y los llamados a la paz de todo el mundo equivalen a las llamadas misa: nadie acude.

Lo peor es que como todos los conflictos locales, la pugna árabe israelí tiene propensión a contagiar otras regiones y a involucrar otros entes políticos. Así, la Guerra de los Seis Días y otros fenómenos semejantes del pasado pusieron a las grandes potencias a enseñarse mutuamente los dientes de manera amenazante. De la misma manera que lo hacen ahora a propósito de la invasión rusa de Ucrania.

Esto va para largo.

            PARA LA MAÑANERA (porque no me dejan entrar sin tapabocas): En Nuevo León alguien está azuzando peligrosamente un enfrentamiento que ya comenzó –como todos- a mentadas de madre y llegó a los empujones y los puñetazos, entre los policías de San Nicolás y grupos que trataban de quitar sellos de clausura puestos a una empresa distribuidora de gases. Todo inició porque “se dijo” que la Guardia Nacional tomaría las instalaciones de la policía nicolaíta. Por momentos, los policías forman valla frente a su edificio; todos armados. Lo que menos se toma en cuenta es que la empresa pretendidamente clausurada es la que distribuye el oxígeno medicinal a los centros de salud de amplia zona. El oxígeno es un gas vital, inodoro e incoloro. Este asomo de una mini-guerra civil en el centro de Nuevo León, sin embargo, huele muy mal.

‎felixcortescama@gmail.com

Domingo, 8 de Octubre de 2023

2 comentarios en “¿Shalom o Saalam?”

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